Los martes por la mañana
se abre paso la pereza,
pero vamos con firmeza,
disimulo y sin gana
no hacia Hispanoamericana,
sino a un terrible despeño
que ¡ojalá! fuera un mal sueño:
la teutona que envicia
y la clase en estulticia
con el falo más pequeño.
Sesi G.
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